El ángel vino a una joven virgen llamada María. Él le dijo,
“Bendita tu entre todas las mujeres, porque has hallado
gracia
delante de Dios. Y concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo”.
María dijo, ¿Cómo
puede ser eso? ¡Yo nunca he conocido un
hombre! El ángel le contesto, El Espíritu Santo De Dios
vendrá
sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Y
concebirás un hijo y le llamaras Jesús. ¡Y El salvara al
mundo de su pecado!
y sucedió tal y como el ángel lo había dicho. El niño nació
y
creció hasta llegar a ser un hombre. Entonces Jesús fue por
todos
Lados mostrando a la gente cuanto Dios les ama. Él les sano
de sus
enfermedades. El abrió los ojos de los ciegos. El hizo que
los oídos
sordos escucharan. El dios fuerza a las pernas de los cojos
y
paralíticos, para que caminasen. Incluso limpio a los
leprosos. No
había ninguna enfermedad tan difícil para El y nunca le dio
la
espalda a nadie. Nunca dijo ¡no, no te voy a sanar! El sano
a
todos aquellos que se lo pedían, los demonios salían
de las personas.
Jesús también perdono los pecados de la gente. Perdono hasta
a los más malos. El perdono a prostitutas y adulteras. El
perdono
a los ladrones y matones. El perdono a los borrachos y a los
drogadictos y les dio todo el poder para cambiar sus vidas y
no
volver a pecar. Jesús no hizo ningún mal solo bien.
Pero los milagros causaron gran enojo entre los lideres
Religiosos. No querían que Jesús fuese aceptado entre el
pueblo
Como el Hijo de Dios. Entonces planearon como matarle. Lo
llevaron a juicio. Falsamente lo acusaron y lo sentenciaron
a muerte.
Hirieron su espalda con un latico: le arrancaron su barba y
le
pusieron una corona de espinas en su cabeza. Entonces lo
colgaron
en una cruz. Le clavaron clavos en sus manos y en sus pies.
Le
atravesaron una espada en su costado y su sangre corrió
hasta la tierra.
Quizás puedas preguntarte, si Jesús era el verdadero Hijo
de Dios, como podían estos hombres matarlo, pero mira: ¡ESTE
ERA EL PLAN DE DIOS! Jesús podría haber llamado los ángeles
del cielo para que viniesen y lo quitasen de esa cruz, pero
El sabia
que algún día tu necesitarías de un Salvador y un Sanador.
Él estaba
dispuesto a ser el sacrificio de Dios por tus pecados. Él
sabía que
había nacido con este propósito. Como Dios había hecho una
ley:
sin el derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Jesús
sabia que la sangre de animales no era suficientemente buena
para pagar el precio de la raza humana. Él sabía que no
había ningún
hombre vivo en la tierra que no tuviese pecados. Él sabía
que la
sangre de un ser humano no podía lavar a los hombres y
mujeres
de sus pecados y darles a ellos lo que el diablo les había
quitado
en el huerto. Jesús sabía que solo la sangre pura, del Hijo
de Dios
seria aceptada por Dios. Así que, El dispuestamente fue
colgado
en la cruz y murió.